esta idea que quiero compartirles es una imagen que me creé para compartir lo que he entendido sobre las relaciones humanas y un intento de conciencia colectiva. me la ha traído a la cabeza ciertos sucesos de mi vida en estos días que me han motivado a compartirla. y dice así:
yo pienso que los hombres somos como pequeños hilos con una longitud variante pero no establecida por nosotros. nos encontramos entrelazados con millones de hilos más. al estar entrelazados nos encontramos en contacto con muchos otros hilos pero algunos con el tiempo se separan, tomando otro camino,unos regresan, otros no; otros se amarran entre sí, y otros más, simplemente, terminan. lo importante es que todos los hilos se encuentran conectados entre si formando un sólo estambre con una resistencia y longitud mucho mayor a cualquiera de los hilos que lo forman. y por este gran estambre yo entiendo a la humanidad con ese gran cúmulo de conocimientos, costumbres, tradiciones, en una palabra, culturas. las pequeñas conexiones que se desarrollan no son otra cosa que las relaciones humanas a través de las cuales fluye ese incesante caudal de ideas que forman a un tiempo la identidad de cada uno. cada uno de los hilos ha aportado algo y gracias a su contacto con el resto esa aportación puede subsistir en el tiempo. aunque algunos hilos terminen y nuestro contacto con ellos sea mínimo es suficiente para que una idea de ellos se mantenga viva en este enjambre de pensamientos y así cada persona sobreviva en el devenir de la humanidad si bien no como unidad, si como el todo, del que el resto de la humanidad obtiene y nutre su pensar cotidiano.
todos tenemos algo que aportar a esta conciencia colectiva, el problema es que no lo damos a conocer, no nos conectamos con el resto y corremos el riesgo de no enriquecer más el acervo general. la clave es compartir el pensamiento para nutrirnos como humanidad o eso es lo que yo intento con esta pequeña reflexión.